La detección precoz se lleva a cabo a través de los programas de cribado.

Estos programas de cribado dan la posibilidad a la población de realizarse una prueba diagnóstica

(diferentes dependiendo del tipo de cáncer).

El objetivo de esta prueba diagnóstica es la de poder detectar con antelación casos de cáncer en personas que aún no tienen síntomas pero ya lo padecen,

y poder así, recurrir a tratamientos aumentando las posibilidades de curación y supervivencia.

En la actualidad estos cribados se utilizan para los 3 tumores en los que se ha demostrado que el beneficio compensa a los efectos adversos que pueda producir, y son:

-Cáncer de mama

-Cáncer colorrectal

-Cáncer de cérvix

La detección precoz de cáncer de mama se realiza a mujeres entre 50 y 69 años, a través de una mamografía, normalmente cada 2 años.

En el caso del cribado de cáncer de cérvix es el procedimiento que se lleva a cabo a través de una citología o test de HPV para detectar y prevenir el cáncer de cuello uterino.

Dado que este tumor tarda años en desarrollarse, tenemos muchas oportunidades de detectarlo a tiempo, tratarlo y curarlo.

Este cribado se realiza en mujeres entre 25 y 65 años de edad.

El intervalo entre exploraciones dependerá de cada caso particular.